"Háblame, oh Musa, y cuéntame del hábil varón que en su largo extravío, tras haber arrasado la
sagrada ciudadela de Ilión, conoció las ciudades y el ingenio de innumerables gentes".
Homero, Odisea, Canto I
miércoles, 24 de agosto de 2011
El trigal después de la tormenta
Los días ardientes de agosto todo lo aplastan bajo el calor sofocante. Todo es ocre y marrón y el cielo parece deslustrado por un velo blanquecino incluso aunque esté despejado. Pero aun queda el recuerdo de la primavera .
El día amaneció tormentoso y plomizo. Pero entonces, en mitad de la nada gris, el cielo se rasga, surge un Sol aun muy bajo y todo estalla de colores rabiosos. El trigal es una alucinación, un viaje pancromático y metafísico ...
Hoy estoy un poco hippie ...
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Contraste hermoso..
ResponderEliminarResalta el verde brillante junto al gris..
Y el rojo sobre el verde..
Tengo un amigo escultor que ha preparado un trio de esculturas sobre la cebada que van a dejar pasmada a esta ciudad de Madrid, y hasta ahí puedo leer, pero tu post me lo ha recordado...
ResponderEliminarEse era el objetivo, Yui.
ResponderEliminarJoako, habrá que verlas ...
Un abrazo a los dos.